Desarrollo socio-emocional

Introducción

¿Qué aprende mi hija sobre sí mismo y sus sentimientos?

• Le gusta sentirse “independiente”, pero todavía le gusta pasar tiempo con sus padres y familiares.
• A su hija de cinco años le entusiasma hacer cosas por sí misma. Puede rechazar su ayuda, incluso si está luchando y se siente frustrada.
• Ha desarrollado muchas habilidades para demostrarle lo que recientemente aprendió a hacer.
• Tienen muchas maneras para describirse a ellos mismos y sus habilidades. “¡Ya tengo cinco años! Eso es más grande que cuatro”. “¡Sé los nombres de todos los planetas”. “¡Sé manejar un monopatín! No podía hacer eso cuando era un bebé”.
• Pueden comenzar a recoger por su cuenta, a veces sin que se lo pidan.
• Han desarrollado algunas maneras de ayudar a calmarse a sí mismos cuando están molestos, pero a veces necesitan el apoyo y consuelo de sus adultos para que les recuerden estrategias que pueden utilizar.
• Pueden expresar y describir sentimientos como triste, enojado, frustrado, confundido y temeroso y pueden explicar qué causo esos sentimientos y pedir consuelo específico.
• A veces pueden predecir qué sentimientos ocurrirán en ciertas situaciones. “Si me golpea, me sentiré triste y no querré jugar con él”.
• También pueden describir los sentimientos de otros niños y con frecuencia identificar la razón por la que se sienten así. “Theo está enojado porque Laurene derrumbó sus bloques”.
• Pueden ofrecer consuelo y mostrar empatía por otros a menudo, especialmente si no estuvieron directamente relacionados en el conflicto.

¿Qué aprende sobre las personas y las relaciones?

• Las amistades son importantes para el éxito de los niños en la escuela y en la vida.
• Su capacidad creciente de comunicarse y negociar con sus amigos les permite jugar durante períodos de tiempo más largos e involucrarse en tipos de juego más complejos. Junto con sus amigos, pueden imaginar que están en una nave espacial que viaja hacia el espacio exterior y pueden trabajar en conjunto para construirla con cajas de cartón.
• Pueden comparar a sus amigos con ellos mismos. “Daniel corre más rápido, pero yo puedo construir más alto”.
• Pueden estar desarrollando amistades especiales con ciertos niños y utilizar las palabras “mejor amigo”.
• Todavía están aprendiendo qué significa “amistad” y pueden pensar que si están enojados con alguien, ya no son amigos.
• Tienen una variedad de habilidades para ingresar al juego con otros niños. Podrían mirar durante un tiempo, comenzar a jugar a su lado o podrían preguntar si pueden jugar, sugiriendo que pueden ser el “papá” si juegan a ser una familia.
• Tienen algunas habilidades de negociación y podrían utilizarlas para resolver un conflicto con sus amigos. Con más frecuencia pueden compartir juguetes y materiales en el juego con otros niños, pero de todas maneras se involucrarán en negociaciones acerca de “quién lo tenía primero” y “cuánto durará tu turno”.
• Pueden darles indicaciones a los otros que participan del juego. “Tienes que ser el guardián del zoológico y nosotros seremos los animales”, y a veces recibirán indicaciones de parte de otros. Pero otras veces podrían molestarse y amenazar con irse si las personas no juegan de acuerdo a sus reglas.
• Pueden participar en actividades grupales con algunos otros niños, y con frecuencia pueden esperar su turno para hablar durante un tiempo.
• Los padres y las maestras son muy importantes para ellos como fuentes de consuelo e información, pero pueden resistirse a recibir indicaciones de adultos o intentar negociar, diciendo, “ordenaré mis juguetes si puedo mirar un video”.
• Parecen entusiasmados por tomar decisiones y continuar realizando “pruebas” para ver si el adulto sigue a cargo de cierta decisión.
• Comienzan a poder seguir las reglas y se las recordarán a otros niños, incluso si no hay un adulto cerca, pero a veces necesitan que les recuerden que deben respetar las reglas.

Consejos para apoyar el aprendizaje de su hijo sobre sí mismo como persona, aprender sobre otras personas y aprender sobre sus emociones:

Aprender sobre sí mismo como persona

• Incluya a los niños en una tarea del hogar real como doblar la ropa, lavar el auto, sacar el reciclado, llenar el lavavajillas, darle alimento a la mascota. Si rota las tareas para que regularmente aprenda a hacer algo nuevo, puede permanecer más interesado y también aprenderá habilidades diferentes.
• Tómese el tiempo para hablarle acerca de lo que está aprendiendo y muestre interés en sus nuevas capacidades. Esto le hace saber que usted está interesada en él como persona. Sea específica. “Aprendiste a montar en bicicleta utilizando el equilibrio. Vi cuánto tiempo practicaste para poder hacerlo”. Esto es más útil para sus niños que los cumplidos como “buen trabajo”, que no le hace saber que realmente estuvo observándolo.
• Ahora que su hijo está más ocupado con sus amigos, los juguetes y los juguetes electrónicos, es todavía más importante que planifique una rutina para pasar tiempo junto a él. Todavía necesita hablar con usted, leer con usted, hacer juntos sus actividades favoritas y abrazarse.
• Está lleno de preguntas y hace algunas observaciones interesantes sobre el mundo. Además de ofrecerle su opinión sobre las cosas, es también importante pedirle su opinión. Esto le da a él la oportunidad de probar sus teorías, poner sus ideas en palabras y practicar sus habilidades de razonamiento. (niño al padre) “Papi, esa persona acaba de cruzar la calle, pero la luz estaba en rojo”. (padre al niño) “Yo también lo noté. ¿Qué piensas sobre eso?”Esto le da a él la oportunidad de probar sus teorías, poner sus ideas en palabras y practicar sus habilidades de razonamiento.
• Puede discutir sobre ideas más abstractas ahora. Puede hablarle sobre algunos de los valores que son importantes para su familia, por ejemplo la amabilidad, la amistad, escuchar, la cooperación, etc. Le puede hacer preguntas sobre estas ideas y contarle historias para ilustrar estos valores.Estas discusiones diarias le brindan la oportunidad de enseñar a su niño los valores y las creencias de su familia y de su cultura, y le brindan la oportunidad de “pensar en voz alta” sobre su propia creciente comprensión de las cosas.
• En su intento por ser “un adulto”, puede rehusarse a hacer lo que le pide. Incluso cuando necesite detenerlo o ponerle un límite, puede hacerle saber que entiende su idea. Si se resiste a ordenar sus autos, incluso después de que usted le dio una advertencia, puede hablarle de la siguiente manera:
  • “Es hora de guardar tus autos en este momento” (límite positivo)
  • “Sé cuánto te gusta jugar con ellos”. (reconocer su idea)
  • “Debemos guardarlos para que no se rompan o se pierdan” (ofrecer información)
  • “¿Estás listo para guardarlos ahora o te gustaría jugar 5 minutos más?” (elección)
  • “¿Cómo debemos hacer esto? ¿Debemos guardarlos por color o por tipo de auto?” (pedir sus ideas)
  • “Sé que te encanta jugar con tus autos, y debemos guardarlos ahora. Si no los puedes guardar ahora, yo los tendré durante el resto del día y mañana volveremos a intentar”. (límite final y compleción, si es necesario)

Aprender sobre sus propias emociones

• Regularmente haga tiempo para hablar sobre sus sentimientos.
  • “¿Cómo estuvo tu día? ¿Sobre qué estabas contenta? ¿Te enojaste por algo? ¿Pasó algo triste? ¿Cuál fue tu parte favorita del día?”
  • “¿Cómo crees que se sentía hoy tu amigo cuando Derek no quería jugar con él?”
  • Cuando comparta sus sentimientos y experiencias con usted, puede escuchar sus ideas y hablarles sobre ellas.
  • Ayúdela a entender sus sentimientos ofreciendo nombres para ellos cuando no tenga palabras para expresarlos.
  • “Parece que te sientes triste”.
  • “Puede ser frustrante intentar construir una torre y que se derrumbe todo el tiempo”.
  • “Puedo ver lo contento que estás de ir a la casa de tu amigo”.
• Ayúdela a encontrar maneras sanas de expresar sus sentimientos.
  • Pareces estar enojada con tu amiga. ¿Puedes decirle por qué estás molesta?”
  • “No es seguro golpear a alguien cuando estás enojada. ¿Qué más podrías hacer cuando estás enojada que sea seguro para ti y aquellos a tu alrededor?”.
• Cuando su hijo tenga miedo, permanezca cerca y ofrézcale consuelo. A veces su hijo no quiere que lo alejen de la situación que le da miedo, pero quiere que usted esté ahí para ayudar. Si le tiene miedo a los monstruos, puede preguntarle qué la preocupa. Podría dibujar imágenes del monstruo al que le tiene miedo. Incluso podría ayudarla a formar un libro con sus imágenes (uniéndola con una engrapadora) y escribir sus palabras para la historia. Puede preguntarle qué la haría sentir más segura. Discutir las cosas a las que le tiene miedo puede ayudar a que gane un sentido de dominio y conocimiento que puede ayudarla a que su miedo sea más manejable.
  • Puede hacer un libro con las fotografías o preguntarle si quiere dibujar imágenes para ayudar a hacer un libro con sus imágenes (abrochándolas juntas). Cuando las imágenes o fotografías estén en el pequeño libro, ella podría querer decirle algunas palabras para que escriba sobre las imágenes. Leer este libro con ella puede ayudarla a aprender a manejar sus miedos.
• Hágale saber que todos sus sentimientos son sanos y que usted lo escuchará o reconocerá sus sentimientos.
  • Esto le permite que confíe en usted sobre sus sentimientos y no sienta que tiene que esconderle sus sentimientos, y establece la etapa para que pueda compartir sus sentimientos con usted durante un largo tiempo.

Aprender sobre otras personas

• Proporcione oportunidades para que juegue con otros niños (en el parque, con los vecinos o familiares, en la guardería o clases de padre/niño).
  • Permanezca alerta cuando juegue con otros niños. Puede necesitar ayuda para negociar, escuchar las ideas de sus amigos, decir sus propias ideas y sentimientos y crear en soluciones cuando haya conflictos. También puede necesitar ayuda con la seguridad, ya que ella y sus amigos pueden estar contentos de intentar nuevas cosas y no siempre saben cómo tomar decisiones sanas.

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Desarrollo de idiomas y alfabetización

Introducción

¿Cómo aprenden los niños el lenguaje y comienzan a entender la lectura y la escritura?

• Alrededor de los 5 años de edad, la mayoría de los niños son capaces de comunicar sus ideas y sentimientos, hacer preguntas y responder a preguntas y entender lo que se les dice. Son capaces de hablar de las cosas que ocurrieron en el pasado y de las que ocurrirán en el futuro.
• Pueden participar en conversaciones extendidas con otras personas, respondiendo de manera adecuada, y la mayoría del tiempo, manteniéndose en el tema.
• Pueden contar historias y relatar secuencias simples de eventos. Por lo general, son capaces de distinguir entre los eventos reales y los imaginarios dentro de sus historias.
• Alrededor de los 5 años de edad, a los niños les gusta jugar con el sonido de las palabras, inventando rimas absurdas. También disfrutan inventando palabras “sin sentido” y a veces experimentan con lenguaje “sucio”.
• Alrededor de los 5 años de edad, muchos niños pueden reconocer las letras y están empezando a copiarlas o escribirlas.   Muchos aprenden a escribir su nombre y empiezan a reconocer algunas palabras favoritas. Están interesados en dibujar y escribir, y muchos pueden copiar palabras si tú las escribes primero.
• Alrededor de los 5 años de edad, los niños también hacen como si leyeran libros, pueden reconocer palabras específicas  y pueden memorizar la historia, así como canciones familiares.

Desarrollo del lenguaje bilingüe

¿Cómo aprenden el lenguaje los niños en familias bilingües o que no hablan inglés?

• Los niños pequeños son muy hábiles para aprender el lenguaje y son capaces de aprender dos o más idiomas aún antes de iniciar la escuela.
• Las familias que hablan un idioma en casa que no es el inglés pueden usar su lengua materna como el lenguaje principal con los niños. El aprender el idioma de su país de origen ayuda a que los niños se sientan conectados con su familia y su cultura. Si la familia habla los dos idiomas, el niño puede aprender inglés al mismo tiempo que el español. Si la familia no habla inglés, el niño puede aprender inglés cuando empieza a ir a la guardería o a la escuela.
• Las familias pueden estimular el aprendizaje del lenguaje hablando, leyendo o cantando con sus hijos en el idioma materno. De esta manera, los niños aprenden muchas habilidades del lenguaje que les ayudarán cuando empiecen a aprender el inglés.
• Consulte con su biblioteca local para encontrar libros en el idioma que se use en la casa.
• Los niños que tienen la oportunidad de desarrollar los dos idiomas a una edad temprana se beneficiarán del uso de ambos idiomas a lo largo de sus vidas.

Escuchar y hablar

¿Cómo es que el hablar y escuchar ayudan a un niño a aprender el lenguaje?

Aprender a hablar y a entablar conversaciones son pasos iniciales muy importantes para aprender a leer y para lograr el éxito académico. Cuantas más palabras escuchen los niños y cuanto más amplio su vocabulario, lo mejor que les irá en la escuela.  Los niños son aprendices del lenguaje muy motivados y les fascina el poder del lenguaje para…

• poder comunicar sus necesidades, sentimientos e ideas,
• compartir sus experiencias personales con otras personas,
• lograr que ocurran las cosas,
• dar y recibir información,
• solucionar problemas y explorar ideas,
• ayudarlos a conectar con otras personas,
• crear y contar sus historias,
• planear las cosas que quieren hacer,
• convencer a otros o para defender su posición.

Los niños aprenden el lenguaje escuchando, hablando, practicando nuevas palabras, siendo escuchados y recibiendo respuestas.  Los niños aprenden palabras cuando tú usas nuevas palabras al hablar con ellos. Las familias tienen muchas, pero muchas oportunidades todos los días para ayudar a los niños a aprender el lenguaje.

Consejos acerca de lo que las familias pueden hacer para apoyar a los niños en el aprendizaje del lenguaje.

• Puedes apoyar el desarrollo del lenguaje de los niños durante tus actividades rutinarias cotidianas. El lenguaje no es algo que se tiene que enseñar en “clases especiales.” Cuando las familias hablan con los niños están enseñando lenguaje de manera natural. Todo lo que tienen que hacer las familias es utilizar el lenguaje con los niños.  Cuanto más lenguaje usen las familias con los niños, más aprenderán los niños.
• En el coche, en el supermercado, al salir a caminar, en la casa haciendo labores del hogar, mientras el niño está jugando, durante las comidas, al irse a dormir.

• Habla acerca de
  • lo que estás viendo,
  • lo que están haciendo,
  • lo que estás haciendo,
  • lo que hicieron juntos anteriormente,
  • lo que harán juntos más tarde.
• Cuando hablas de cosas que son inmediatas y familiares, los niños pueden entender mejor el lenguaje porque cuentan con pistas visuales y experiencias para asociar con tus palabras.

• Agrega unas cuantas palabras descriptivas al hablar con niños. Una de las formas en las que naturalmente aumentamos el vocabulario de los niños es introduciendo nuevas palabras junto con las que ya conocen y les resultan familiares y con pistas visuales para que entiendan las nuevas palabras más fácilmente.
  • “Ahí está un perro.”
  • “Ahí está un perro grande y brincador.”
  • “Ahí está un perro grande, brincador y rizado quien está oliendo la roca y moviendo la cola.”

• Comparte historias con ellos. Las historias te brindan la oportunidad de compartir lo que es importante para ti, lo que valoras y la manera en la piensas de las cosas.  Las historias pueden ayudar a los niños a sentirse conectados contigo y comprometidos con el aprendizaje del lenguaje.
  • A los niños les encanta escuchar historias de tu niñez.  Estas historias pueden enseñarles acerca de historia, familia y cultura.
  • Las historias pueden ser acerca de tu día, acerca de las cosas que a ti te interesan. Puedes utilizar historias para recordar y reflexionar sobre el día de tu hijo/a.
  • Las historias no tienen que ser largas. Pueden incluir lo que pasó, como tú o tu hijo/a se sintieron al respecto, como personas solucionaron problemas, como fue para ti la experiencia de ser niño/a.
  • Puedes utilizar historias para demostrar ideas que tú valoras; por ejemplo, persistencia, creatividad, compasión, generosidad, cariño, valentía, trabajo en equipo.
• Pregúntales cosas a los niños. Hacerles preguntas a los niños les brinda la oportunidad de reflexionar sobre y pensar de lo que ellos saben, así como la oportunidad de practicar como elegir y articular palabras.  También les hace saber que tú valoras sus ideas.
  • Pregúntales acerca de:
    • lo que ven,
    • lo que están haciendo,
    • lo que están pensando,
    • como se sienten,
    • lo que les gusta,
    • lo que ocurrió anteriormente,
    • lo que ellos creen que pasará después.
  • Realiza preguntas de seguimiento. Cuando ellos te cuentan algo, puedes pedir que te den más detalles.
    • El hacerles más preguntas los reta a pensar más profundamente acerca de lo que saben y a encontrar palabras para describirlo. El responder a tus preguntas es una forma en la que pueden estirar su músculo del lenguaje.
    • “¡Hala!, tu y Rigo jugaron a los dragones. ¿Qué hicieron los dragones? Cuéntame más acerca de los dragones. ¿Cómo crees que los dragones pueden hacer ese fuego que sale de la boca?”
    • “¿Dibujaste una nave espacial? ¿Qué tiene por dentro tu nave espacial? ¿Qué hace que tu nave espacial pueda volar? ¿A dónde se dirige tu nave espacial? Cuéntame más acerca de tu nave espacial.”
  • Pregunta las cosas de una manera que les permita a los niños crear su propia respuesta (evita preguntas con respuestas de sí o no). Al hacerles preguntas a los niños que no tienen una “respuesta correcta”, ellos pueden ser más creativos y analizar sus respuestas más a fondo, en vez de solo tratar de averiguar lo que tú quieres que digan.
    • A continuación se muestran ejemplos de preguntas que pueden conllevar a más o a menos conversación.
    • “¿Qué fue lo más divertido que hiciste hoy?” (abierta—más conversación)
    • “¿Te divertiste hoy en la escuela?” (pregunta de “sí o no”, o cerrada—menos conversación)
    • “Cuéntame acerca de tu amigo Theo.” (abierta—más conversación)
    • “¿Te cae bien Theo?” (pregunta de “sí o no”, o cerrada—menos conversación)
• Haz preguntas para las que aún no tienes respuesta. El hacer preguntas para las que aún no tienes respuesta les indica a los niños que realmente te interesa lo que piensan y por lo tanto, que lo que piensan es importante.
  • ¿Qué notas en esta página? (respuesta desconocida—una buena forma de apoyar el pensamiento de los niños)
  • ¿Qué crees que el perro va a hacer? (respuesta desconocida—una buena forma de apoyar el pensamiento de los niños)
  • ¿De qué color es el perro? (respuesta conocida—menos apoyo al pensamiento de los niños)
• Puedes invitar a tu hijo/a a responder a la pregunta que te hizo a ti. Los niños normalmente ya tienen una idea de la respuesta cuando te hacen una pregunta. El preguntarles a los niños lo que ellos piensan los motiva a convertir sus ideas en palabras y les da más oportunidad de participar en conversaciones contigo.
  • “Esa es una pregunta interesante. ¿Tu como crees que las estrellas llegan a un lugar tan alto en el cielo?”
• Escucha a los niños.Los niños hablarán más cuando ellos saben que tú los estás escuchando. Cuanto más hablan más práctica obtienen con el uso del lenguaje.
• Puedes hacerles saber que estás escuchando haciendo lo siguiente:
  • mirarlo a los ojos,
  • manteniendo silencio para que ellos hablen o terminen lo que están diciendo,
  • apagando la televisión,
  • creando “tiempo para platicar” de manera regular (por ejemplo, sentándose en el sillón juntos, caminando juntos, acostándose juntos a la hora de irse a dormir),
  • repitiendo o diciendo en otras palabras lo que acaban de decir para hacerles saber que escuchaste lo que dijeron,
  • haciendo preguntas,
  • agradeciéndoles por el hecho de haber compartido sus ideas contigo.

• Puedes usar la tecnología para apoyar el desarrollo de lenguaje de los niños.
  • Utiliza tu teléfono para grabar las palabras y las historias de los niños. Cuando lo reproduces puedes platicar acerca de lo que dijeron.
  • Utiliza tu teléfono para tomar fotos de las cosas que hayas visto o hecho durante el transcurso del día. Cuando veas las fotos con tu hijo/a, puedes platicar acerca de tus observaciones y actividades.

Lectura

¿Cómo aprenden a leer los niños?

• Cuando lees con los niños empiezas a abrir mundos completamente nuevos para ellos. La lectura les permite aprender acerca de una forma muy poderosa de comunicación y les da acceso a todo tipo de información.
• A la mayoría de los niños les encanta compartir un libro con un familiar. El leer con tu hijo/a es una de las cosas más importantes que puedes hacer para ayudarle a aprender a leer y tener éxito académico.
• El leer no solo ocurre con libros. A los niños les fascinan las señales, etiquetas, instrucciones, notas, cartas y correos electrónicos. Al aprender los diferentes usos que existen para la lectura, los niños se emocionan aún más por aprender a leer.
  • Las experiencias tempranas de lectura para los niños comienzan con los niños reconociendo fotos e imágenes. Aprenden que las fotos e imágenes pueden nombrarse y que se puede hablar acerca de ellas. También aprenden que se pueden contar historias acerca de las imágenes en los libros.  Y eventualmente aprenden que las letras en la página cuentan la historia sobre las imágenes o las describen.  Por ejemplo, empiezan a entender que existe una conexión entre la imagen de una manzana y las letras m-a-n-z-a-n-a escritas en una página—que las letras representan la idea de una manzana.  Cuando los niños se están familiarizando con los libros, están aprendiendo muchas cosas: Que los libros son importantes (¡porque son importantes para ti!) y porque contienen tanta información interesante.
  • La forma de utilizar un libro—se sostiene, avanza las páginas, habla acerca de cada página.
  • Como lo puedes utilizar con alguien más o uno solo.
  • Donde se encuentra la historia (¿Se encuentra en las fotos o en las letras al pié de la página o en la memoria de la persona que la está leyendo?).
  • Como están organizados los libros (el título y el nombre del autor en la portada y la historia está adentro).

Consejos acerca de lo que pueden hacer las familias para apoyar las actividades de pre-lectura de los niños:

• Mirar las fotos e imágenes con los niños y preguntarles qué es lo que ellos ven, y hablar acerca de lo que tú ves. Esto ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades de observación y les brinda la oportunidad de practicar y ampliar su vocabulario.
• Pregúntales que es lo que creen que está sucediendo en la imagen. Esto les da la oportunidad a los niños de “contar su propia historia” y puede que los ayude a pensar en sí mismos como narradores y escritores.
• Identifica palabras en tu entorno y señálaselas a los niños. Cuando indicamos los lugares en los que se utilizan palabras en el mundo, los niños empiezan a ver la importancia de la palabra escrita y se sienten aún más motivados para aprender a leer esas palabras.
  • Cuando estés en el coche puedes platicar con los niños acerca de las señales de tráfico.
  • En el supermercado, los niños te pueden ayudar a “leer” las etiquetas en las latas y paquetes.   El hablar de imágenes puede ayudar a los niños a experimentar la sensación de leer.
• Lee en voz alta lo que estás escribiendo. Cuando los niños ven a alguien escribir y escuchan lo que significa, pueden ver más claramente la conexión que existe entre escribir letras y comunicar un mensaje.
  • “Estoy preparando una lista para el supermercado. Aquí dice, “queso” y aquí dice “arroz.” ¿Qué tipo de fruta deberíamos poner en nuestra lista de compras?”
  • “Estoy escribiendo una nota a tu maestra que dice que vamos a salir de viaje la próxima semana.”
• Lee notas y cartas en voz alta para ellos.
  • “Aquí hay una nota que escribió tu maestra. Dice, “Queridas familias…”
• Señala las palabras que estás leyendo. El señalar a las palabras ayuda a los niños a entender la manera en la que la palabra hablada está relacionada con la palabra escrita.
  • Esta es una nota de tu abuelita. Aquí dice, “Te amo.” Aquí dice, “Te voy a ir a visitar.”
• También lee correos electrónicos y mensajes de texto para ellos. A veces las palabras en una pantalla no son tan obvias para los niños. Al mostrarles estas palabras les ayudas a ver como la tecnología también puede llevar palabras escritas y comunicación.
  • Muchas de las palabras en nuestro entorno son electrónicas y esto también puede proporcionar oportunidades para leer.
• Busca oportunidades para escribir sus palabras.  El escribir las palabras de los niños es una de las cosas más importantes que puedes hacer para demostrarles el poder de la lectura y la escritura. Si sus propias palabras se pueden “guardar” y compartir con más personas y en diferentes momentos, pueden sentir el poder de la escritura y la lectura.
  • Si se sienten tristes por tener que despedirse de un amigo, puedes sugerir que escriban una nota. Ellos pueden dibujar una imagen y decirte lo que debes escribir. Una vez que hayas escrito sus palabras, léelas en voz alta para tu hijo/a.
  • Si uno de sus amigos tiene un cumpleaños, ellos te pueden ayudar a hacer una tarjeta—dibujando y diciéndote que palabras debes escribir.
  • Si construyen algo y lo quieren guardar, puedes ayudarles a crear un letrero (usando sus propias palabras) para pegarlo a la estructura.
• Pon materiales de dibujo a su disponibilidad (lápices, plumas, plumones, tiza). Cuando ellos dibujen, puedes preguntarles si quieren platicarte acerca de su dibujo. Puedes escribir su “historia” en una nota adhesiva y después preguntarles si quieren que leas la nota para ellos.  Materiales de dibujo les dan la oportunidad para practicar la manera de crear líneas y formas—las habilidades que eventualmente necesitarán para escribir. Hasta el dibujar imágenes les da la sensación de poder comunicar sus ideas en diferentes formas y pueden empezar a tener la experiencia de ser un “autor” ellos mismos.
• Lee libros con los niños. El leer libros con los niños no solo les ayuda a practicar todas las habilidades necesarias para poder leer, sino que también les comunica lo importante que la lectura es para ti.
  • Coloca varios libros para niños en un estante o en una canasta que los niños puedan alcanzar.
  • Puedes realizar excursiones regulares a la biblioteca o a la librería para obtener libros para tu hijo/a.
  • Incluye la lectura como una actividad regular con tu hijo/a (encuentra un tiempo todos los días en el que puedas leer libros con tu hijo/a.)
  • Apaga la televisión para hacer tiempo para leer.
  • Lee libros más de una vez con tu hijo/a. Por lo general, a los niños les encanta leer el mismo libro varias veces.
  • Habla acerca del libro con tu hijo/a.
  • Antes de avanzar la página, pregúntale a tu hijo/a que cree que va a suceder a continuación.
  • Además de leer las palabras, también puedes platicar acerca de la historia y las imágenes con tu hijo/a.
  • “¿Qué notas en esta página?”
  • “¿Por qué crees que el niño se haya subido hasta la punta de aquel árbol?”
  • “¿Qué harías si tu estuvieras montando ese caballo?”
  • Antes de leer uno de los libros favoritos de tu hijo/a, pregúntales si quieren contarte la historia antes de leerlo.
  • A veces, cuando le estás leyendo a tu hijo/a, puedes señalar las palabras mientras las lees.
  • Explícale a tu hijo/a que son las palabras en la portada del libro. “Este es el título del libro.” “Te da una idea acerca de lo que se trata el libro.” “Este es el nombre del autor.” El autor es la persona que escribió el libro.” “Este es el nombre del dibujante.” “El es la persona que dibujó las ilustraciones en el libro.”
  • Habla con tu hijo/a acerca de las letras y los sonidos.
  • Señala las letras en palabras especiales, como el nombre de tu hijo/a. “Tu nombre empieza con una “S”, Sergio. ¿Puedes pensar en alguna otra palabra que también contenga ese sonido “ssss”? También podemos buscar otras palabras que comienzan con la letra “S”. Podemos hacer una lista de todas las palabras en las que se escucha el sonido “ssss”.
  • Juega con sonidos y rimas. Usando canciones, poemas u otras palabras que riman, puedes ayudar a los niños a escuchar y comparar los sonidos de las palabras.
  • Puedes jugar juegos de rimas mientras están en el coche. “El oso perezoso. ¿Se te ocurre alguna otra palabra que suene como “oso” y “perezoso?”

Escribir

¿Cómo aprenden a escribir los niños?

• Al cumplir 5 años de edad, los niños ya pueden estar escribiendo algunas letras. Puede que sean grandes y que ocupen toda la página; pueden estar al revés o boca arriba, pero estas son las etapas iniciales de escribir verdaderas palabras.
• Muchos niños están interesados en aprender cómo escribir sus nombres y a veces también quieren aprender cómo escribir los nombres de sus amigos. Los niños están más motivados para escribir acerca de las cosas que son importantes para ellos, y puede que estén más interesados en que tú escribas la palabra “Tricerapto”, para que ellos la copien, que en que escribas una palabra más simple.
• Los niños se interesan en escribir a diferentes edades—algunos desde los 3 años mientras que otros no hasta los 6. No tienes que “forzar” a tu hijo/a a que escriba. Si dejas oportunidades abiertas y plumas, lápices y papel disponibles, la mayoría de los niños empezarán a escribir cuando estén listos para hacerlo.
• Cuando los niños primero empiezan a escribir, no tienen que deletrear las palabras correctamente al principio. Muchos niños comienzan a juntar letras en base a sus sonidos cuando empiezan a “escribir”. Es más importante que los niños tengan la oportunidad de practicar usando las letras que deletrearan todas las palabras correctamente.

Consejos acerca de lo que las familias pueden hacer para ayudar a los niños a aprender a escribir:

• Tener una variedad de herramientas de escritura y papel, en un lugar donde los niños puedan verlos y alcanzarlos ellos mismos. (Lápices, plumas, plumones de punta fina, papel de diferentes tamaños.) Con frecuencia, los niños tienen la necesidad de dibujar imágenes o hacer señales mientras juegan.  El tener los materiales disponibles y accesibles los motivará a utilizarlos más seguido en sus juegos.
  • También puedes incluir cinta adhesiva y tiras de papel, para que los niños puedan hacer señales o sobres y puedan escribir cartas o notas.  A algunos niños les gusta tener papel con líneas anchas para escribir.
• Establece una “bolsa de palabras favoritas” para tu hijo/a que puede contener palabras que tu hijo/a te ha pedido que escribas para él/ella.  Cuando los niños pueden volver a visitar esas palabras, se empiezan a familiarizar con la forma en que se ven y pueden empezar a “leerlas”.
• Puedes imprimir o comprar una gráfica del alfabeto y tu hijo/a puede consultarla cuando quiera saber la manera en que se deletrea una palabra.  El colocar un alfabeto a la vista le permite a tu hijo/a consultar las letras por sí mismos y podrían ayudar a hacerlos sentirse que pueden empezar a escribir de manera independiente.
• Puedes ofrecerle grupos de letras a tu hijo/a.  El tener las letras disponibles le permite a tu hijo/a familiarizarse con sus formas y le permite empezar a colocarlas en diferentes órdenes, aún antes de que sea totalmente capaz de escribirlas por si mismo/a.
  • Hay diferentes tipos de letras que puedes conseguir, incluyendo letras magnéticas que los niños pueden utilizar en el refrigerador, o simplemente puedes escribir las letras en pedazos pequeños de papel grueso y ofrecérselas a los niños para que puedan utilizarlas para formar palabras.
• Invita a tu hijo a que escriba contigo cuanto estés escribiendo notas o creando listas.   A los niños les encanta ser útiles y participar en el trabajo de los adultos.  Esto puede estimular su interés en aprender más acerca de la escritura.
  • “Voy a hacer una lista de compras. ¿Me quieres ayudar tú?” Si sabes que tu hijo/a puede escribir ciertas letras, puedes invitarle a que las escriba en tu lista. “Estoy escribiendo “manzanas” en esa lista, y esa palabra empieza con la letra “M”, igual que tu nombre. “¿Quieres escribir la letra “M” para mí?”
• Ofrece escribir las historias o las palabras de los niños por ellos. El escribir sus ideas y después volvérselas a leer en sus propias palabras es una experiencia muy significativa para los niños acerca de la efectividad del lenguaje escrito para guardar y expresar tus ideas.
  • Si hay un amigo o alguna otra persona con quien se quisieran comunicar, puedes ofrecerte para ayudarles a escribir una nota.
  • Si dibujan una imagen, puedes preguntarles si quieren platicarte de dicha imagen mientras tú escribes sus ideas.
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Sentido numérico

Introducción

¿Qué están aprendiendo los niños preescolares acerca de los números?

Los niños chicos comienzan a practicar las habilidades necesarias para aritmética y matemáticas mucho antes de que ingresen a la escuela primaria. Muchas de estas habilidades se desarrollan a través de juegos iniciados por sí mismos y a través de interacciones simples con adultos.

• Los niños pequeños empiezan a aprender las habilidades de contar a través de interacciones cotidianas como poner platos en la mesa, contar los dedos para decirte cuantos años tienen, contando el número de manzanas que se necesitan para que cada niño tenga una.
• Normalmente aprender a decir 1-2-3-4-5 (a veces poniendo los números en otro orden) antes de que sepan que cada número representa algo.  Por ejemplo, puede que tengan tres fresas y que las cuenten 1-2-3-4-5, porque aún no saben que cada fresa recibe solo un número. De manera que un niño empieza a entender este concepto, puede que lo veas poniendo a todos los animales en fila y dándole una hoja de comer a cada uno.  Eventualmente aprenden que si uno está contando algo, cada objeto recibe un número.
• Los niños chicos también están empezando a entender los conceptos de más y menos y se darán cuenta de si otra persona tiene más galletas que ellos, pero no tienen un concepto claro de cantidad.  Si ellos tienen una galleta y su amigo tiene una galleta divida en dos partes, pueden pensar que su amigo tiene más galletas. Sus ideas acerca de más y menos les ayudan a comparar más de dos cosas. De manera que adquieren más experiencia, serán capaces de separar tres palos del más corto al más largo, o tres pelotas de las más pequeña a la más grande.
• Alrededor de los 5 años, los niños pueden contar hasta veinte, pero puede que omitan algunos números (por ejemplo, 1–2–3–4–5–6–7–8–9–10–13–14–16–17–19–20). Puede que cuenten mientras saltan, o esperando su turno, o solo para demostrarte, “¡Puedo contar hasta 20!”
• Pueden reconocer algunos números escritos. “¿Ves que los números están en la esquina de la página? Ese es un 6. Ese es un 7.”
• Los niños de cinco años pueden ver un grupo de cosas—hasta 4—y decirte el número sin necesidad de contar. Al leer un libro, pueden ver una página y decirte, “Ahora hay cuatro patos.” A la hora de merendar, pueden ver su plato y comentar, “Tengo 4 galletas en el plato.”
• A los cinco años de edad, los niños normalmente pueden contar hasta 10 objetos, señalando a cada uno de manera que dicen el número. Al poner 10 papas en la bolsa del supermercado, puede contar cada una mientras las va metiendo en la bolsa.
• Al contar, niños de esta edad te pueden decir cuántas cosas tienen, porque entienden que el último número que utilizan al contar representa el número total de cosas que tienen.  “Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis. ¡Tengo seis piñas!” También pueden contar el número de personas en la familia y contar el número de servilletas que se necesitan para que todos tengan una.
• También te pueden decir que si se agregan más muñecas a la cama, habrá más. De igual manera, si cuentan el número de palos que ellos tienen y son 8, y su amigo tiene 6 palos, te dirán que ellos tienen más que su amigo, o que su amigo tiene menos que ellos.  Si ellos tienen cinco 5 bloques y su amigo tiene 5 bloques, te dirán que ambos tienen el mismo número.
• Niños de cinco años pueden realizar sumas y restas simples.  Si tienen 6 fresas, te pueden pedir una más y decirte que ahora tienen 7. Si tienen 5 galletas y se comen dos, puede que te digan, “Ahora tengo tres. ¡Si me como dos más, solamente me quedará una!” A veces puede que necesiten volver a contar el nuevo grupo para confirmar cuantos elementos tiene.
• Pueden pensar acerca de cómo dos grupos pequeños pueden combinarse para hacer un grupo más grande.  “Yo tengo 3 botes y tú tienes 3 botes. Si los ponemos todos en el agua, habrá 6 botes en el agua.” También pueden imaginar que un grupo más grande será más pequeño si se divide en dos grupos. “Hay 4 galletas, lo cual significa que hay 2 para ti y 2 para mí.”

Consejos para que las familias ayuden a sus hijos a entender los números:

Muchas de las cosas que las familias hacen naturalmente con los niños les ayudan a desarrollar sus habilidades para las matemáticas y los números. Existen muchas oportunidades en nuestras vidas cotidianas donde los adultos están contando cosas y los niños están practicando números en sus juegos. A continuación se muestran algunas sugerencias de cosas que las familias pueden hacer:

• Contar en voz alta, para que tus hijos puedan escuchar la secuencia de números y darse cuenta lo seguido que cuentas cosas a lo largo del día.
  • Cuenta los besos que le das a tu hijo/a, cuenta los árboles afuera de tu casa o cuenta el número de veces que ladra el perro.
•  Señala las cosas mientras las cuentas para que los niños puedan ver como cada número que dices representa un objeto.
• El ir de compras, cocinar y comer brindan muchas oportunidades para contar:
  • “¿Deberíamos comprar 4 o 5 manzanas? ¿Puedes contarlas mientras yo las voy metiendo en la bolsa?”
  • “Si compramos 3 manzanas amarillas y 3 manzanas rojas, ¿cuántas tendremos en total? Vamos a contarlas.”
  • “Creo que compraré la bolsa más grande de tortillas, porque todos tus primos vendrán a cenar. ¿Me puedes pasar la bolsa más grande?”
  • “Tenemos 3 bolsas con las compras del supermercado. ¿Crees que quepan todas en el coche?”
  • “¿Cuántas bolsas quieres cargar tú, y cuántas debería cargar yo?”
  • “Después de que nos lavemos las manos, ¿puedes sacar 5 tortillas de la bolsa para mí?”
  • “Necesito tener dos papas lavadas. ¿Puedes sacarlas del refrigerador y lavarlas en el fregadero?”
  • “¿Puedes traer los platos para ponerlos en la mesa? ¿Cuántas personas tenemos en nuestra familia? ¿Cuántos platos hacen falta? ¿Puedes asegurarte de que también haya suficientes sillas para todos?”
• Pídele a tu hijo/a que adivine cuantas cosas hay y después cuéntenlas juntos.Hacer predicciones, aunque sus intentos sean incorrectos, da a los niños la oportunidad de pensar sobre los números y aumentar su interés en contar.
  • “¿Cuántos camiones pasarán antes de que llegue el nuestro?”
  • “¿Cuántas fresas crees que haya en la canasta?”
• Puedes preguntarle a tu hijo/a preguntas simples de suma o resta.
  • “Si tienes cinco galletas y te comes dos, ¿cuántas galletas te quedarán?”
  • “Si tienes cuatro centavos y yo te doy uno más, ¿cuántos centavos tendrás?”
  • Estos pequeños juegos se pueden llevar a cabo con objetos reales para que tu hijo/a puedas ver las cosas. Una vez que se sientan seguros con estos problemas utilizando objetos, puedes intentar hacer las preguntas sin los objetos.
• También puedes invitar a tu hijo/a a que te haga preguntas de números a ti.
• Los niños cometerán muchos errores mientras aprenden acerca de los números. Sin decir que están “equivocados”, puedes sugerir sutilmente que cuenten de nuevo, los dos juntos.  O puedes decir, “Contaste cinco patos pero yo solo veo cuatro.”
• Estas conversaciones sobre los números deben ser entretenidas. Si tu hijo/a parece estar estresado o no quiere participar en estos juegos, puedes esperar y volver a intentarlo más tarde, o probar con un juego diferente.A la mayoría de los niños pequeños naturalmente les interesan los números. Mantener la diversión en las actividades numéricas fortalece su interés natural y los anima a aprender más sobre los números.
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Desarrollo físico

Algunas de las cosas que podría ver que hace un niño de 5 años incluyen:

• Mostrar un sentido del equilibrio desarrollado.
• Mantener el equilibrio mientras se para en un pie durante varios segundos.
• Mantener el equilibrio cuando se detienen luego de correr.
• Equilibrar una bolsa de frijoles sobre su cabeza.
• Caminar hacia adelante y hacia atrás “equilibrándose” en un patrón de líneas anchas en la alfombra.
• Caminar a lo largo de un patrón en zig-zag en la alfombra.
• Bajar escalones alternando los pies sin sostenerse de la baranda.
• Equilibrarse mientras camina por el borde del arenero.
• Jugar un juego de “congelarse”—moverse de diferentes formas y detenerse, sosteniendo la última posición durante algunos segundos.
• Equilibrar una bolsa de frijoles en la cabeza o en diferentes partes del cuerpo mientras caminan por una línea recta.
• Correr y detenerse con control en el lugar deseado.
• Correr ligeramente en puntas de pies.
• Correr, con frecuencia moviendo obstáculos sin caerse.
• Saltar sobre un bloque utilizando ambos pies.
• Saltar hacia adelante 3 pies utilizando ambos pies a la vez.
• Galopar (correr con un pie adelante) de manera rítmica.
• Saltar en un pie durante varios pies y cambiar la dirección para caer en distintos objetivos.

Consejos para que las familias apoyen el desarrollo físico del niño de preescolar:

• Los niños de preescolar necesitan muchas oportunidades para moverse, correr, trepar, saltar, construir y arrojar. Les gusta llevar objetos pesados y construir con bloques y otros materiales naturales.
• A los niños de preescolar les encanta trasportar cosas. Les gusta llevar cosas y empujar objetos en carros, cajas o camiones. También disfrutan llevar cosas, por lo que son útiles las canastas o bolsos con manijas que puedan utilizar para llevar y llevar—botellas de agua recicladas u otras cosas que encuentren.
• A los niños de preescolar les encanta construir, tanto apilando cosas tan alto como puedan y crear casas, caminos, edificios, zoológicos, tiendas, puentes y otras estructuras que puedan utilizar para jugar.
  • Realizarán esto con cualquier cosa que puedan encontrar—latas y cajas de la alacena, palos y hojas de afuera, sobras de madera de la serrería, varias cajas de cartón grandes o juegos de bloques para construir o para abrochar.
• A los niños de preescolar les encanta escalar, y algunos treparán cualquier cosa que puedan encontrar (sillas, mesas, estantes, sofás, bancos).
  • Decida qué es seguro para que su hijo escale y recuérdeles trepar esas cosas cuando comiencen a trepar otras.
  • También puede utilizar colchones, almohadones y plataformas bajas para que los niños escalen y utilicen para construir fuertes.
  • Los parques de juego proporcionan oportunidades para que los niños pequeños trepen, como también las áreas naturales con troncos, rocas y lomas. Usted y su hijo pueden explorar su vecindario para encontrar lugares apropiados para escalar.
  • Los niños con frecuencia se caerán cuando estén escalando, y la mayoría de las veces se detienen ellos mismos y sólo se hacen pequeños rasguños. Estas simples caídas también ayudan a aprender. Generalmente quieren volver al mismo lugar para intentar escalar otra vez y lo harán con éxito por lo que aprendieron la última vez.
  • Cuando su hijo comience a escalar, es importante que observe alrededor del área para comprobar que sea un entorno seguro.
• Los niños disfrutan estar al aire libre. Incluso las caminatas cortas al aire libre les dan a los niños la oportunidad de probar nuevas superficies para caminar, correr, galopar, brincar y saltar, y para mirar las estaciones y experimentar lo que la comunidad tiene para ofrecer.A menudo los niños usan mucha energía física cuando juegan. A muchos los motiva naturalmente intentar nuevos retos físicos y practicar nuevas habilidades.
• Los niños de preescolar disfrutan los desafíos. Si están caminando por la acera, puede establecer diferentes objetivos. ¿Puedes correr hasta el árbol grande? ¿Puedes saltar todo el camino hasta la esquina? ¿Puedes saltar 3 pasos y caminar 3 pasos y saltar 3 otra vez? ¿Intentamos caminar hacia atrás algunos pasos, caminar hacia adelante algunos pasos y luego volver a caminar hacia atrás? ¿Puedes caminar por la línea en el medio de la acera? ¿Puedes caminar sobre esta grieta sinuosa en la acera?
• Los niños en esta edad también disfrutan de arrojar objetos. Puede proporcionarle una variedad de pelotas blandas que puedan tirar. También pueden estar interesados en comenzar a golpear las pelotas con objetos como bates, palos o tubos de cartón.
• A los niños también les gusta estirar sus músculos llevando o moviendo objetos pesados. Una botella cerrada o una caja de detergente para ropa cerrada será divertido de mover. Les gusta llevar pequeños bancos por todos lados para poder alcanzar un libro del estante. Pueden ayudar a traer pequeñas bolsas del almacén o empujar la canasta de la ropa hacia la mesa para doblarla.Al ayudarle con su “trabajo de adulto”, los niños obtienen oportunidades para desarrollar sus habilidades físicas, al igual que sus habilidades emocionales y sociales.
• A los niños de 5 años les encantan los juguetes con ruedas, pequeños triciclos y bicicletas, vagones, carros y camiones, los cuales proporcionan formas para utilizar sus habilidades físicas y también pueden ser parte de su juego.
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Enfoques de aprendizaje

Introducción

¿Qué habilidades utilizan los niños en edad preescolar para solucionar problemas?

• Una habilidad que utilizan los niños en preescolar para resolver problemas diarios es el razonamiento matemático.
• Los conceptos matemáticos como los números, contar, las formas y tamaños ayudan a los niños a resolver problemas. Los niños utilizan estas habilidades para elegir qué tamaño de plato necesitarán para su quesadilla, para descubrir cuántos autos necesitan para que cada uno de sus amigos tenga uno y para buscar una manta lo suficientemente grande para cubrir a dos bebés.
• Un niño pequeño en preescolar puede comenzar a probar una idea que no funciona. Un niño más grande en preescolar puede probar varias estrategias, finalmente encontrando la que funciona. Si sus ideas funcionan en un comienzo no importa tanto como el hecho de que practiquen utilizar estas ideas, probarlas y cambiar sus acciones cuando es necesario. Estas estrategias son útiles en la solución de problemas diarios así como también para desarrollar otras habilidades de matemáticas.
• Los niños también utilizan las habilidades de observación e investigación para resolver problemas.
• Los niños utilizan todos sus sentidos para recopilar información y construir el significado y el conocimiento.
• Son curiosos por naturaleza y notan pequeñas cosas que la mayoría de los adultos no, como las hormigas saliendo de la grieta de la vereda.
• Los niños también pueden utilizar las herramientas que les proporcionan para medir u observar, con la guía de los adultos. Por ejemplo, cuando observan una hoja, pueden utilizar una lupa para ver las “líneas” más claramente o utilizar una regla (o bloques de unidades) para medir su longitud. A través de la observación, los niños comienzan a reconocer y describir similitudes y diferencias entre un objeto y otro.
• Los niños utilizan sus habilidades de desarrollo en la observación cuidadosa para comparar y contrastar objetos y eventos y clasificarlos basados en sus diferentes atributos. Por ejemplo, un niño puede separar todas las hojas “puntudas” de todas las hojas redondas o separar las hojas grandes de las pequeñas.
• Los niños también pueden investigar los objetos y eventos probando cosas para ver qué sucede. Por ejemplo, pueden investigar qué le sucede al auto de juguete cuando rueda hacia abajo en rampas con superficies con bultos o lisas, evaluar qué les sucede a las plantas que están ubicadas en lugares con o sin luz, o probar sus ideas sobre cómo utilizar mangueras para hacer que el agua suba o baje en la mesa de agua.
• Aprenden a hacer predicciones sobre los cambios en los materiales y objetos basados en su conocimiento y experiencia, y a evaluar sus predicciones a través de observaciones o experimentos simples.
• Los niños utilizan sus habilidades de observación e investigación para hacer preguntas, observar y describir observaciones, utilizar herramientas científicas, comparar y contrastar, predecir y sacar deducciones.

Los niños utilizan un pensamiento matemático extendido para resolver problemas todos los días. Por ejemplo:

• Un niño, luego de poner la mesa para cenar, podría notar que no hay suficientes sillas para todos y trae un banquito de más.
• Un niño podría utilizar un objeto para medir otro. Por ejemplo, podría ubicar libros borde con borde para medir qué tan larga es su cama.
• Un niño podría predecir cuántas uvas hay en un racimo y luego sugerir que él y usted las cuenten para averiguarlo.
• Un niño podría construir una calle con bloques largos y, cuando no puede encontrar más bloques largos, podría utilizar dos bloques más pequeños para “cubrir” en lugar del bloque más largo.
• Un niño, cuando corta dinero de papel para que sus amigos lo utilicen en su “almacén”, podría anunciar, “Necesito cortar dos dólares más para Ziya y Dylan”.
• Una niña podría separar sus animales en dos grupos, animales grandes y animales pequeños, y luego buscar hojas grandes para que coman los grandes y hojas pequeños para que coman los más pequeños.

Los niños demuestran curiosidad y una habilidad mayor para hacer preguntas sobre objetos y eventos del entorno.

• Un niño, cuando juega con autos, podría utilizar una tabla para crear una rampa y hacer que diferentes autos rueden por ella. Podría comprobar qué auto va más lejos cuando rueda por la rampa.
• Un niño, mientras cava en la tierra, puede ver una lombriz y preguntarse, “¿Vive en el piso? Veo otra. ¿Es esta su casa?”
• Un niño, mientras está afuera, podría mirar hacia arriba y preguntarle al padre “¿Cómo puede ser que vea la luna durante el día?”
• Un niño, mientras separa rocas diferentes, podría juntar una de las rocas y lavarla con jabón y agua. Luego podría tomar la lupa para observarla más de cerca.

Los niños observan objetos y eventos en el entorno y los describen con gran detalle.

• Un niño podría observar un camote creciendo en una jarra e identificar los brotes y raíces y podría también comunicar, “hay raíces blancas que van hacia abajo y pequeñas hojas”. El niño podría tomar una fotografía del camote, con asistencia de la maestra, para documentar el crecimiento del camote.
• Un niño, luego de una caminata en un día lluvioso, podría describir cómo se ven las gotas de agua y cómo se sienten, suenan, huelen y saben.
• Un niño con una discapacidad visual podría manipular conchas de mar en la mesa de arena y describir qué toca: “es disparejo y redondo” o “es suave y chato”.
• Un niño, observando de cerca un caracol, podría describirlo. “Es duro como una piedra. Su cuerpo se ve muy suave. Se mueve muy, muy lentamente. Tiene dos cosas puntudas (antenas) que le salen”.
• Un niño podría observar una oruga (o una imagen de una oruga) de cerca y dibujar una imagen de la oruga en su diario. Podría luego comunicar, “Tiene rayas—amarillas, blancas, y negras—como un diseño”.

Los niños pueden identificar y utilizar una gran variedad de herramientas de observación y medición, como cintas de medir y balanzas.

• Un niño podría pedir una lupa para observar un gusano más de cerca y comunicar, “Necesito la lupa para ver de muy cerca”.
• Un niño, fascinado por el crecimiento de su frijol blanco, podría tomar una regla y decirle a su padre “Quiero ver qué tan grande es”.
• Un niño, mientras prepara una masa, podría utilizar un vaso medidor para verter una taza de harina.
• Un niño, mientras construye, podría apilar bloques hasta su altura y contar los bloques para medir su altura.

Los niños comparan objetos y eventos y describen similitudes y diferencias con gran detalle.

• Un niño podría observar que las plantas que ha estado regando están “Más grandes y las hojas son verdes, pero la que no se regó tiene hojas amarillas y parece muerta”.
• Un niño podría explorar diferentes tipos de calabazas utilizando la vista y el tacto y describir sus similitudes y diferencias: “Estas son más redondas, pero esta es larga. Esta calabaza es amarilla y verde y es muy suave, pero esa se siente rugosa”.
• Un niño podría comparar objetos que pueden rodar por una rampa (ej.: pelotas, cuentas, juguetes con ruedas, latas) con objetos que no pueden rodar (una pala, un bloque, un libro). Por ejemplo, podría referirse a los objetos que pueden rodar hacia abajo y comunicar, “Estos son redondos y tienen ruedas”.
• Un niño podría comparar una mariposa con una oruga (mientras observa imágenes o los objetos reales); por ejemplo, podría comunicar que la mariposa puede volar y la oruga no y que la mariposa tiene una forma diferente y colores diferentes.
• Un niño podría observar y describir cómo se ve el cielo en un día neblinoso y cómo es diferente en un día soleado.
• Un niño, mientras trabaja en el jardín, podría utilizar una pala real y describir cómo es similar o diferente a la pala de juguete en el área del arenero.

Los niños podrían demostrar una habilidad mayor de hacer predicciones y comprobarlas.

• Un niño, luego de plantar semillas de girasoles, podría comunicar, “Las semillas crecerán y habrá girasoles”. Luego, podría observar la planta todos los días para ver si hay cambios.
• Un niño, como respuesta a la pregunta “¿Qué crees que sucederá si se le agrega agua a la harina?” podría predecir, “La harina se sentirá pegajosa y ya no se verá como harina. El agua y la harina se mezclarán”.
• Un niño podría cortar un tomate, observar cómo se ve adentro, y comentar, “Pensé que no habría semillas dentro del tomate, pero ahora veo pequeñas semillas adentro”.
• Un niño podría  traer un objeto a la bañera y predecir si se hundirá o flotará. Luego podría poner el objeto en agua y observar qué sucede. Luego podría comentarle a su padre, “Sí, ¡lo sabía! Está flotando”.

Los niños tienen una habilidad mayor para utilizar observaciones y desprender conclusiones.

• Un niño podría observar diferentes frutas y vegetales y comunicar que las frutas tienen semillas y los vegetales no.
• Un niño, luego de observar los autos de juguetes bajar por la rampa, podría concluir que van descienden más rápido cuando la rampa está más empinada.
• Un niño podría observar una imagen de un animal que no conoce. Luego, podría notar las alas y comunicar, “Es un pájaro. Lo sé porque tiene alas”.
• Un niño podría observar una imagen de un niño vestido con una chaqueta, una bufanda, manoplas y un gorro y comunicar que debe haber estado muy frío afuera.

Consejos para que las familias ayuden a los niños a practicar el razonamiento matemático, a ser observador y a involucrarse en la investigación:

• Ofrezca materiales con final abierto para que los niños jueguen, incluyendo bloques, autos, conchas, piedras, animales de juguete, cajas de cartón grandes y pequeñas.Materiales abiertos brindan a los niños la oportunidad de crear su propio juego, usar su imaginación, y volverse alumnos automotivados.
• Involucre a los niños en tareas de la casa como cocinar, poner la mesa, separar la ropa para lavar y la jardinería. Pídale a los niños que resuelvan problemas, por ejemplo:A los niños les encanta resolver problemas “reales”. Reta sus habilidades de razonamiento y les brinda la oportunidad de sentirse miembros contribuyentes de la familia.
  • “Tendremos invitados esta noche, la abuela, el abuelo y el tío Stu. ¿Cuántos platos, tenedores, vasos y servilletas necesitamos en la mesa para que haya un lugar para cada uno de nosotros?”
  • “¿Me ayudarías a poner toda la ropa de color claro en esta canasta y las oscuras en esta canasta?”
  • “Necesitamos dos manzanas, cuatro kiwis y una naranja para nuestra ensalada de frutas ¿Cuántas piezas en total tenemos?”
  • “Tenemos 8 plantas de tomates y las pondremos en dos filas. ¿Cómo podemos ubicarlas en el suelo para que haya el mismo número de plantas en cada fila?”
• Sugiera tareas de medición simple para su hijo. Por ejemplo: “Si alineamos estas pequeñas piedras, ¿cuántas crees que necesitaremos para llegar a la vereda?”
• Ofrezca herramientas de medición como reglas, pequeñas balanzas y vasos medidores a sus hijos y trabaje con ellos para aprender a utilizarlos.
  • “Necesitamos dos tazas de harina. Aquí está el medidor, ¿me ayudarías llenándolo dos veces y poniendo la harina en este bol?”
  • “El tío Stu es muy alto. ¿Usamos esta cinta de medir para ver qué tan alto es?”
  • “¿Cuál crees que es más pesado? ¿Esta piedra o estas 5 hojas? Pongámosla en la balanza para ver”.
• Cuando esté haciendo las compras, pídale ayuda a su hijo.
  • “¿Podrías buscar 6 bananas?”
  • “¿Cuántas papas crees que entrarán en esta bolsa? ¿Las contamos?”
  • “Llevaremos duraznos para el postre de esta noche, y puedes llevar uno para comer en el camino a casa. ¿Cuántos duraznos necesitaremos para que todos en la familia puedan comer uno hoy, y tú también puedas comer uno ahora?”
• Cuando esté afuera o en el parque, deténgase para mirar con detenimiento a lo que se encuentra a su alrededor. Observe lo que le interesa a su hijo y haga preguntas para animar la observación y el razonamiento.
  • “Oh, encontraste una hoja, ¿dónde hay otra que sea igual a esta? ¿Hay alguna hoja que sea diferente?”
  • “¿Ves todos los gusanos? No los vimos ayer. ¿Por qué crees que salieron hoy?”
  • “¿De dónde crees que salió ese caracol?”
  • “Estás sacándole los pétalos a la flor. ¿Cuántos pétalos hay?”
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